lunes, 7 de marzo de 2011

Jonestown, el mayor suicidio en masa de la historia moderna

“El gran edificio central estaba rodeado de colores brillantes. Parecía un aparcamiento lleno de coches. Cuando el avión descendió, los coches resultaron ser cuerpos. Montones y montones de cuerpos –cientos de cuerpos- llevando vestidos rojos, camisetas azules, blusas verdes, pantalones rosas, pichis infantiles moteados.

Parejas con sus brazos enlazados, niños abrazando a sus padres. Nada se movía. La ropa mojada colgaba de los tendederos.

Los campos habían sido arados hace poco. Las bananeras y las vides estaban floreciendo. Pero nada se movía.”

David Hume Kennerly / Getty

Es lo que escribió el reportero de la revista TIME Donald Neff al llegar a Jonestown, días después de que tuviera lugar allí el suicidio masivo más grande de la historia moderna. El 18 de Noviembre de 1978, 900 seguidores de la secta del People’s Temple se suicidaron ingiriendo una mezcla de valiúm, cianuro y Flavor Aid, una bebida refrescante. Lo que fue concevido como un lugar de retiro, alejado de las cosas malas del mundo moderno, se convirtió de pronto en una pesadilla. ¿Qué hizo posible semejante horror?

Jonestown era el nombre de la colonia fundada por los acólitos del People’s Temple, una secta cuya ideología y creencias eran, sobre todo, anticapitalistas y comunistas, con ciertos toques de cristianismo. Su creación fue fruto de la mente de un solo hombre, el reverendo Jim Jones, que fundó la secta del People’s Temple en Estados Unidos en los años 50. Pocos años después de su fundación empezaron a surgir acusaciones contra su “organización” por extorsiones, maltratos o explotación de sus seguidores, acusaciones promovidas principalmente por familiares de los acólitos de Jones. En 1977 Jones decidió abandonar los Estados Unidos, pues se sentía perseguido por la sociedad capitalista, y fue a parar a Guyana, donde compró una finca al Gobierno en medio de la selva.

Allí, Jones se estableció con 900 de sus fieles el que para él sería un “paraíso en la Tierra”, la colonia de Jonestown. Desde el primer momento se dedicó a aumentar el estado de paranoia y miedo constante en el que ya vivían sus seguidores, advirtiéndoles sobre la llegada del Apocalipsis, es decir, de una conspiración del poder capitalista que destruiría la comunidad de Jonestown. Uno de los métodos que usaba Jim Jones para representar la inminencia del Apocalipsis eran las llamadas “White Nights”, en las que instigaba a sus acólitos a cometer un “suicidio revolucionario”.

El demonio capitalista llegó en la forma de Leo Ryan, un congresista californiano que encabezó una delegación a Jonestown alarmado por las historias que le contaban algunos familiares de los seguidores de Jim Jones. El reverendo se esforzó en dar una cálida bienvenida a sus invitados para convencerles de las bondades de la colonia del People’s Temple. “La gente aquí es feliz por primera vez en su vida”, dijo Jones a los periodistas que acompañaban al congresista Ryan. Sin embargo, algunas personas manifestaron en privado su deseo de abandonar el templo, y ante la perspectiva de perder a sus seguidores, Jones enloqueció. Cuando la delegación se disponía a subir en la avioneta para volver a Estados Unidos, con los desertores incluidos, un grupo de fanáticos de Jones les ametralló, matando al congresista Ryan y a cuatro miembros de su delegaciones, principalmente periodistas. 

En este cubo metálico se preparó la letal poción.


Al mismo tiempo, el horror tenía lugar en la colonia. Jim Jones convocó a toda la congregación en Asamblea para anunciar que el momento del “suicido revolucionario” había llegado. Mientras se preparaba la letal poción, Jones presionaba a sus fieles para que tomaran la poción y les hablaba de los terribles castigos que sufrirían aquellos que intentasen huir. Estos terribles momentos están grabados en la llamada “Cinta de la muerte (Death Tape)”, uno de los documentos sonoros más perturbadores del siglo XX. Poco a poco, todos los miembros del People’s Temple fueron tomando el veneno. Odell Rhodes, una superviviente de la masacre, vio como la gente, sedada después de tomar el veneno (que contenía tranquilizantes), se dejaba caer en cualquier lugar esperando la muerte, que no tardaba más de cinco minutos en llegar. Las familias morían juntas, abrazadas durante ese último ritual sobre la Tierra.

El suceso conmocionó a la sociedad americana, y llamó la atención sobre el peligro que podían  suponer este tipo de sectas, tan numerosas en Estados Unidos.
Muchos no consideran que lo ocurrido en Jonestown fuese un suicidio en masa, sino más bien un asesinato en masa, pues como ya he explicado aquellas personas fueron presionadas para quitarse la vida, al menos en parte. Sin embargo, no se puede negar que muchos de ellos lo hicieron por propia voluntad. ¿Por qué? Todo son conjeturas, teorías. La verdad, enterrada en el corazón de la selva de Guyana, no la conoceremos nunca.

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Recomiendo la lectura del artículo de TIME "Culto de la muerte: la pesadilla de Jonestown", publicado en el número de la revista de Diciembre de 1978.

7 comentarios:

  1. Vaya, que asunto más inquietante. En cualquier caso, a la muerte de niños pequeños sin la consciencia suficiente para tomar decisiones como esta no creo que se le pueda denominar "suicidio". O bien fueron instigados por sus padres o por los líderes de esta secta.
    Tengo muchísima curiosidad por algunas cosas que entiendo que no concretes en tu artículo, pero, apartados de cualquier comunidad, habiendo abandonado los trabajos que les reportaban ingresos, ¿de qué vivía esa gente? ¿cómo llegó a guyana? ¿cómo construyó aquel escenario? 900 personas son muchas. De todas formas, los 70-80 son años en los que surgen sectas muy radicales y extrañas, como la de Manson ¿no? ¿Qué pasaba en aquella época que provocó tantos grupos sectarios? Tengo más preguntas que respuestas...

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  2. Hola Álvaro, desde luego que la muerte de los muchos bebés y niños que había allí no se la puede considerar un suicidio, es imposible que un niño se suicide conscientemente. Por eso la mayoría de los análisis de los sucesos de Jonestown los consideran un asesinato en masa, más que un suicidio en masa.

    Esa gente vivía de la agricultura, cultivaban la inmensa finca que había comprado Jones al Gobierno de Guyana. El dinero para comprar la finca y para construir aquello, saldría del dinero de los seguidores, supongo, pero no sabría decirte con seguridad. El People's Temple llevaba dos décadas en activo, tiempo suficiente para juntar bastante dinero.

    También hubo personas que desde Estados Unidos se fueron a vivir a la colonia de Guyana, y seguramente cederían todo su dinero y posesiones a la congregación al llegar allí, para que todos pudiesen vivir. Lo que está claro es que las motivaciones de Jones no eran económicas.

    Yo también tengo muchas más preguntas que respuestas, es lo normal cuando te encuentras con un suceso como éste... Habrá que bucear en las bibliotecas para comprender mejor el nacimiento de todo este tipo de sectas radicales en aquella época.

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  3. Interesantísimo. No conocía esta historia y se me ha puesto los pelos de punta.

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  4. Me ha dejado muy inquietado el relato. Normalmente y gracias a la información que tenemos, o a la que almenos yo he accedido, sabemos del poder de las sectas para " lavar el cerebro". Unos 30 años atras esa información casí no existía y se tendría un concepto muy diferente de este tipo de " organizaciones". Parece imposible de imaginar como 900 personas pueden llegar a dar su vida por una causa irracional e ilógica. Tienen que ser personas con muy poca personalidad o muchos problemas, ya que sino parece imposible de imaginar. Aún así esto ha pasado y pasa en la actualidad, ya que gente insegura va a existir siempre, y más aún personas que estan dispuestas a aprovecharse de ello.
    De todas formas gran relato, no sabía absolutamente nada de la historia, y ahora voy con la grabación, que me despierta aún más curiosidad. En definitiva felicidades por habernos trasmitido esta desgarradora historia.

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  5. Me ha puesto los pelos de punta!
    No había escuchado nunca esta historia. Siempre me he preguntado cual era el método que utilizan las sectas para que llegues al punto de dar tu vida por ella, de perder a tus familiares y dejar toda tu vida por algo que ellos te dicen. Mi mente no llega a ello porque nunca me he encontrado en tal caso pero la verdad es que me da mucha pena la gente que cae en estos trucos y no son capaces de salir de ellos.
    Muy interesante esta entrada, enhorabuena

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  6. No tenía ni idea de esta historia y desde luego no deja indiferente, pero tengo claro que las muertes de bebés y niños no son un suicidio. No me extraña que fueran consideradas un asesinato en masa, lo cual es aun más inquietante. Si algo difícil de erradicar es el instinto maternal, no sé cómo convencerían a esa gente para básicamente matar a sus hijos, pero sin duda tenemos que admitir que hicieran lo que hicieran les salió (tristemente) muy bien...

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  7. Tampoco conocía esta historia, aunque me suenan otros suicidios masivos parecidos, como el de Waco.

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